Me dijiste que me amabas, que me querías y convertiste mi vida en una triste poesía, ha pasado el tiempo y la verdad que te entiendo, pero he tardado en reaccionar, el camino es largo y aún no he empezado a andar, quizás el temor me impida buscar la alegría de un nuevo amor, quizás el dolor apagó el deseo que habitaba en mi interior.
Cada día nace un nuevo despertar, esperanza nueva que nos trae el amanecer, no hace falta ponerse de rodillas para creer que la felicidad nos viene a buscar.
Y sucumbir al deseo, caer en la tentación, no importa que el amor no sea sincero hay que dejar paso a la pasión, a la conexión indecente de dos cuerpos en fusión, fuera prejuicios, deja de lado el temor, déjate llevar por el fuego, la emoción de sucumbir exhaustos en las garras del placer, no importa que no nos volvamos a ver, te dije que no era amor, importa que el deseo es mas grande que el de volverte a tener.
Y me perdí en el deseo y la pasión, olvidando las ganas de amar nunca quise despertar porque sucumbí a la tentación, ella quería amar y yo simplemente buscaba el placer, no sabía que hacer no la podía querer pero al tiempo en ella no dejaba de pensar, se que no era amor pero mas duro era el dolor que de sus pensamientos no podía escapar.
Ya se que el amor no es perfecto, hace tiempo me puse a buscar entre rosas y espinas lo encontré, sin darme cuenta mientras olía la flor, las espinas se iban clavando en mi corazón derramando lágrimas de buenos recuerdos mientras se me escapaba la esperanza de encontrarme con el deseo.
Autor: Toni