Si alguien es asesinado por un yihadista o algún sujeto que pueda estar relacionado de alguna manera con la inmigración ilegal y descontrolada, los ciudadanos españoles no serán informados con detalle hasta que sea imposible ocultarlo por más tiempo. La Policía tampoco proporcionará más datos a los profesionales de la información y aquellos que traten de 'hurgar' en exceso, serán rápidamente tachados de racistas.
Si, a pesar de todo, logras obtener y difundir la información clave, te encontrarás con un muro de censura; tus canales de comunicación serán bloqueados, tus mensajes censurados y te enfrentarás a una batalla constante contra el control de la información. Esta es la realidad que nos espera en los próximos años, donde la transparencia será un lujo y la verdad, una mercancía escasa.
¿Por qué estoy tan seguro de esto? Porque existirá una clara falta de políticas comunes y efectivas para abordar esta creciente amenaza, pero, paradójicamente, sí hay un plan maestro para controlar la información. Este plan se ejecuta a través de operaciones estatales diseñadas para mantener "la calma" a cualquier precio, incluso a expensas de la verdad.
A mis queridos escépticos: no hace falta buscar mucho para ver las señales. Pronto, lo verán con sus propios ojos. Este será un tema de debate candente, donde cada uno deberá decidir si prefiere vivir en la ignorancia o luchar por la verdad, por incómoda que esta sea. A mi me tendrán en este último bando, a veces es difícil permanecer en él, pero me permite conciliar el sueño. Si estás conmigo difunde este mensaje y no dejes de apoyarme por favor, vienen tiempos complejos y necesitaré tu ayuda.