El problema es que muchos periodistas se creen que tienen el deber de decir cómo tienen que ser las cosas sin presentarse a unas elecciones. El periodismo debería informar con respaldo de fuentes, si fuera así no haría falta tantos periodistas.
Quizás educar a la población a tener criterio propio y a respetar ideas ajenas mientras a la par se lleve a cabo una política de transparencia obligatoria a los cargos en instituciones públicas. El problema no es la mentira es la opacidad.
Autor: Toni