El infierno era frío y cruel, con ningún abrigo se podía escapar de el, mientras entre tanta soledad mis lágrimas ya no tocaban el suelo, ¡no merece la pena llorar! Le decía entre llantos al cielo, me decía con el dolor de un alma perdida en el invierno. No quiero luz en la oscuridad, a veces es mejor estar ciego, no quiero ver la meta que no podré alcanzar, no quiero sentir mas anhelos, quiero perderme en la falsa esperanza de que un día tuve lo que nunca he tenido.
Autor: Toni